martes, 2 de febrero de 2010

David Lynch 1

Ensayar


Cuando ensayás da igual por dónde empieces. Reunís a los actores y elegís una escena que defina a los personajes en tu cabeza. Ensayás y dondequiera que empieces, está. Esa cosa puede estar por todas partes. Después hablás. A menudo la conversación no parece tener demasiado sentido, pero para mí y para la persona con la que estoy hablando, sí lo tiene. Notás cómo cobra sentido. Así que en el siguiente ensayo tal vez todo se acerque más a lo que buscás, y al siguiente, todavía más.  Se habla mucho, sobre todo al principio. Podés decir muchas cosas, a veces raras o estúpidas, pero desarrollás unos pequeños códigos con ciertos actores o actrices. Por ejemplo, en mi caso, "mas viento" significa "más misterio". Es extraño. Pero poco a poco, sólo con que muevas una mano o pronuncies una palabra, una persona dice: "Ah, ok", y  los actores, llegado cierto punto de los primeros ensayos, comprenden. Luego se ponen en acción y todo su talento se encamina por la senda correcta. (...) El proceso es siempre el mismo. Empezás ensayando y da igual lo avanzadas que estén las cosas. Simplemente, empezá. Tal vez pienses: "Dios mío: qué lejos estamos". Después te vas acercando más y más. Es algo abstracto, pero todo el mundo se va acercando. (...) Siempre estás pensando en la idea original: ya sea el ambiente o el personaje. Y en cuanto todos comprenden, avanzan y fluyen con las cosas que formaban la idea original. Funciona así.

Atrapa el pez dorado
David Lynch


Estamos terminando la primera etapa de ensayos para este re estreno y todo parece acomodarse, lentamente se renueva el sentido.